martes, 13 de diciembre de 2011

¡¡Ponte gafas!!

Pues sí amigos, ha llegado el momento de reconocer, que un gato de escayola a mi lado se transforma en un lince. Qué bonito es descubrir que de un día para otro, de la manera más sibilina, tu vista, que te ha acompañado tan inseparablemente hasta ahora, ha desaparecido sin dar ni un aviso, como el que se va a comprar tabaco...

Así que una vez que notas que las letras de la blackberry se han convertido para tí en un jeroglífico, no te queda más remedio que acercarte a la óptica para que te avergüencen un ratito.

Porque así de primeras, te saludan diligentemente y te sientan en una silla delante de todo el personal que anda por allí probándose gafas de sol, y te sueltan a bocajarro: ¿cuantos años tienes? Pues... 41. Eso va a ser vista cansada. Impresionante rapidez en el diagnóstico. Yo esperaba tener algo más interesante, una buena miopía, una hipermetropía galopante... Así que le digo: bueno pero ¿me vas a graduar o algo? Sí sí, claro, pasa conmigo al despacho a ver. Lo de "a ver" es claramente un eufemismo, porque según me pongo a mirar las letritas en la lejanía, llego hasta la tercera línea más chula que un ocho y a partir de ahí sólo vislumbro cagaditas de mosca con palitos que les salen, disparados para todos los lados : A.. E.. O.. U.. I.. ASTERISCO... ASTERISCO... ASTERISCO . Convencida ya la optometrista de que tiene a la reencarnación de Mister Magoo delante, me planta unas gafas en las que va metiendo los cristales con las distintas graduaciones hasta que consigo leer hasta la penúltima fila del tirón, supercontenta conmigo misma. Pues nada, tienes presbicia y un poco de hipermetropía, me dice, así que elige unas gafas y te hago un presupuesto.

Y me empiezo a probar 25 millones de gafas, sin reparar en el precio, más que nada porque soy incapaz de leerlo en esas etiquetillas diminutas que les cuelgan, aposta, para que pillen siempre en mitad de la nariz y clavándome en la oreja el dispositivo de alarma que llevan, que consigue hacer que todas te queden torcidas. A la media hora ya he conseguido decidirme por las que me quedan menos mal, me hace un presupuesto y me dice que por un euro más me puedo llevar otras... ¿y por qué no me lo has dicho antes alma de cántaro? También las puedes elegir de sol solo que son 10 euros más y tardan 20 días porque es un proceso más complicado graduarlas... Bueno mira, mejor vengo otro día con más tiempo que ahora llevo prisa, y me duelen un montón las orejas...

6 comentarios:

Jose dijo...

A mi me ocurrió lo mismo Lore... de un día para otro, ni tres en un burro. Lo único bueno de esto es que desarrollas una especia de sexto sentido para intuir lo que alguien te está diciendo por el whatsapp. El otro día salí a tomar cañas con un amigo aunque yo pensaba que había quedado con una amiga, al menos acerté el sitio y que era para tomar cañas.

David Fuentes dijo...

Yo tengo que ir y miedito me da. Aunque yo ya llevo gafas, así que el trauma será menos.
Al hilo de las etiquetas en el puente de la gafa y los chivatos jodiéndote la oreja.... por qué coña no ponen los chivatos donde te puedas probar el artículo como dios manda???? Por qué hay que colocar ese chivato (que mas que un chivato parece una navaja de las de Curro Jimenez( a la altura del último botón de la camisa??? Si tienes suerte se queda dentro y se incorpora extrañamente al "paquete" o sale por la bragueta todavía mas extrañamente. Y si no la tienes no te puedes abrochar el pantalón y es imposible ver qué tal te queda el conjunto. Coñe, poned los chivatos con un poquito de inteligencia y de empatía hacia el que paga... Gracias.

Lorenix dijo...

David, intentaré que tu petición llegue a la Unión de Alarmeros de España lo antes posible.

pantinta dijo...

Ooooooo blackberry uop uop

Rociotolya dijo...

Miedo me da entrar a formar parte del 4 que nº más feo.

INMACULADA dijo...

Esto de la presbicia siempre me recuerda a que un amigo no sabía que era, pero decía que el nombre le sonaba a una enfermedad en la que se te cae el pito...eso quizás te hubiera preocupao menos..jajaja. Real como la vida misma.